Promesas pérdidas en el tiempo,
ocultas tras olvidadas excusas,
doblegadas sin miedo al reloj,
recordadas bajo el pálpito, al deseo.
Promesas borradas del vivir,
para otra vida reír,
y en la alegría resistir.
Una vez rota, no hay vuelta atrás,
la deuda a la tumba, has de llevar.
Y con tu cuerpo, enterrar.