De cuna acomodada, buscaba tejado donde cobijar, el futuro creía encontrado, dagas repartió para llegar.
Buscadora de sustento, en vez de uñas gastar, el trabajo oferta cansancio, repartiendo la apenada moneda.
Parásito de colmillos blancos, usurpando todo lo gustado, para apropiarse de lo ajeno, bajo corazón resguardado.