En este mundo,
corazones rotos
deambulan,
con intención
de demolición,
Una receta sencilla
os voy a dar,
con intención
de restaurar
lo quebrado.
Si tu amor llora,
esto debes hacer,
lo refriegas,
lo aclaras,
lo retuerces,
y por último
lo tiendes.
Una vez seco,
con su limpieza
impoluta,
armado de sensibilidad
lo sacas a la vida,
de nuevo,
sin miedo.
Este es el poema
sana-corazones,
Recuerda,
refriega, aclara, retuerce y tiende.
(MIO LXXI)