Tenue va la luz,
máscara de alegría,
de nuevo,
masca cruda realidad.
El silencio regresa,
con cuesta incluida,
las carteras
buscan golpe de suerte.
La calle no huele,
neveras vacías,
las voces y risas
se han ido.
Mis pasos
son los mismos de ayer,
tal vez más cansados,
tras reiterada tradición.
Miradas ausentes,
en busca del bravío,
quizás esa ola,
les regresé a la máscara,
esa, la de la comodidad.
El estado de bienestar regresa,
de la mano del mes perdido,
ausente de certeza,
esconde su cara,
un año más.