No te avergüences
de la nobleza del alma,
alimenta tu corazón,
rompe uñas
por verte feliz,
ni desprecies sudor
en lo amado,
encorva espalda
para darte futuro
con esperanza.
No mires más allá
renegando del pasado,
es fruto
de consentidas renuncias.
Algún día
cuando tu corazón grite,
entenderás el amor
puro
al que ahora retas.
Mira tus cimientos,
no se tambalean,
son fuertes …
como ella.