Quieren revisar su corazón,
no suena … dicen,
lo que no saben
es que enmudeció
una mañana de Mayo,
cuando caían las hojas,
y el viento soplaba,
bajo el orbayo
de su alma.
Desean probar
su fuerza,
cuando la valentía
ha agotado paciencia,
no baila bien,
agotado ritmo
entre corazón y alma.
Ambos han sufrido,
han sentido las fauces
de la vida,
cuando parecía que tragaba
ella poco a poco
era devorada.
Mostrando los iguales
ante el espejo,
justo en el momento
en que confió
secreta confesión,
siente como la traición
rompe una parte
del unísono sonido
de su corazón.
Ansían y no saben,
que lo que le mata
es respirar aire muerto,
y que el tiempo
le va dando patadas
entre el grillido
de una vejez anunciada.
Esa, aunque no parezca
llega sin previo aviso,
y tiñe sus mañanas
de cansancio y canas.
Pero no crean,
su latido persiste
sobre la tempestad
del silencio aunque
le quieran censurar.