Campanas a lo lejos anuncian,
el frío aire del verano perdido,
entremezclado con el sonido
del mundo tranquilo.
Las horas entrecortan latido,
un gallo avisa
entre moscas,
muestra corto atardecer.
Asciende el motor
de un nuevo tejado,
sobre los montes
ahogan su cantar.
Y qué hacer,
cuando observas
la deslealtad volver.
Cierras los ojos,
apagas tu voz,
y dejas que la tormenta
cese su paso,
en la soledad,
de una noche
ausente de estrellas
y repleta de oscuridad,
dónde la muerte
y la vida
abren su paso.