Cojea el vuelo,
mientras un bebé,
con el lloro
se queja del cielo.
Alas miran
desde altura
como el columpio
cuenta historia.
Abracadabra,
de repente …
el mecer aparece
y los sueños crecen.
Corren los infantes,
caen las alegrías,
las piruletas prevalecen
ante peligrosas piruetas.
Lágrimas mojan sonrisas,
mirada pierde prisa,
porra aleja sabor,
mientras las canciones
siempre regresan.
El parque
acoge pasado,
presente y futuro,
bajo el ventoso sol.
Y dejo mi cara
con calor acariciar
deseando algún día
abandonar esta ciudad.