Toman el poder
ante ruego
del hambre,
se aprovechan
de la debilidad,
errados del capital.
Mueven los hilos,
tras cada guiño
al pueblo exiliado.
Lejos,
la historia se repite,
una y otra vez
la batalla
acorrala.
Esta vez
no existen armas,
ni ganas.
Ellos lo saben
y juegan las cartas
de su baraja.
“Passado é lição para refletir,
não para repetir”.