Hoy la he visto cerca,
en la mañana
oscuridad vigilaba,
señales envió.
Tuve que verla tan cerca
de nuevo,
que su aliento empañaba
mi mirada,
desvíe la rutina
al otro lado del mundo,
y ví la vida.
Bajé la velocidad,
reduje la marcha,
mantuve respiración,
dejé la vida regresar.
Está vez la batalla
estaba ganada,
el cuervo regresaba
a su nido
y la dama esperaba.