Miles de virus congelados,
esperando roce de labios,
la acaricia de unas manos
y propagarse
en miles de promesas.
Uno, busca el regreso
al frío Invierno,
congelar de nuevo su corazón,
desea palpitando.
El mundo de los humanos,
nada bien lo ha tratado,
fue engañado, secuestrado,
incluso torturado.
Pobre infeliz
por un poco de calor,
dejó gélido mundo
sin miramientos.
Quién le iba a decir
al pobre amor,
que sus esfuerzos
en descongelar soledad,
acabaría rompiendo cristales.
Lo verás arrastrándose
por los gélidos suelos,
llorando estalactitas…
camino de Siberia.