Hombre sin corazón
buscaba razón,
entre miles de horas
merodeando explicación.
Caminaba vacío
latiendo vivo,
al no encontrar respuesta,
viró al bosque tranquilo .
Primero vio como sus hojas
al suelo caían,
y aún así
con verde motivo sonreía.
Luego llegó el hombre,
con gritos ensordecia,
colillas a sus pies
sin pensar sometía.
Una encendida
con llama aún viva,
en el cuerpo ardía.
Cuando empezaba a morir,
el hombre sin,
por fin entendió,
miles de lágrimas
apagaron dolor.
Y un gran corazón
en su pecho nació,
sólo necesitaba recordar
pequeño bosque
donde infancia rescató.