“No hay maldad más cruel que la que nace de las semillas del bien”
-Baldassare Castiglione-
Su mirada inocente
oculta tras tibia timidez,
abría las sonrisas
embargando corazón.
Más cuando comodidad
se adentró en su alma,
encontró la maldad
tejiendo telaraña.
Vi sus agujas
entrelazarse en palabras,
observé el odio
hablando entre lanas.
Poco a poco,
fui destejiendo el camino,
obsesivo rencor
en su alma reinaba.
Me fui lentamente
sin mucho ruido,
para no despertar
a la fiera que reposaba.
No volví a ver
bondad corrompida,
no quise ser cómplice
de su rabia,
al verse atrapada sin salida.
Esa guerra
ya no era mía,
el jersey terminado
ya no me correspondía .