Afuera la niebla golpea,
la ventana resiste
y se mantiene en pie,
viendo como el frío
quiere golpear su piel.
Ahora llega la lluvia,
le dice ábreme tu vida
te mojaré la sonrisa,
la ventana se mantiene.
El viento intenta mejor suerte,
sopla y sopla,
con la fuerza del corazón
mantiene contras cerradas.
Llega la luz tímida y descocada,
besa el contorno del silencio,
desnuda poco a poco coraza,
la ventana poco a poco
abre su alma
para resguardar el calor
del enredado temor.
Lo que no pudo
con todo su valor lograr,
lo logró con un soplido
quién supo esperar.