Dos corazones
buscan atracción
aunque estrellas,
acaben
repudiando brillo.
Algunos insisten
en atraer sentimientos,
fingiendo contener
diamante de deseo.
Joyas piensan
en otro latir
y la fuerza de atracción
se va perdiendo en el tiempo.
El campo del sentir
es caprichoso bosque,
siempre se deja regar
por quién menos
sabe cuidar.