Nadie entiende,
cómo pudo sucederle,
era fuerte
siempre erguía cuerpo,
todo lo aguantaba.
Cómo pudo ocurrirle,
otra vez lo había ejercido,
promiscua vida
alardean cerradas mentes.
Mientras él contaba
a sus amigas,
como ella gozaba,
ellas sonreían,
alardean ahora
de feminismo.
Cuando dieron al click
una y otra vez,
para ver cómo disfrutaba
de su libertad,
etiquetaban no machitos.
Cuando prepararon la cuerda,
con cuchicheos por la ciudad,
ella intentaba mantener la calma,
amenazadas sentenciaron.
No aguantó más,
la entiendo,
ejercer libertad sexual
escandaliza
a los que
se les llena la boca
de libertad.