Crece amapola en la losa repleta de sueños, cómoda por expectativas incumplidas y en eterno silencio.
Margarita en suelo de cemento, donde lo inerte se confunde con la vida que en su vientre crece.
Aumentan las tormentas donde los pararrayos callan, gaviotas nadan y alas mojan.
Se estrella contra noche, no esquiva a tiempo sentimiento y siente como las emociones crujen en miles de trozos.
La grúa no llegó a tiempo, pero intenta revivir el motor de aquel latir y boca a boca le devuelve un suspiro que le hace abrir ojos, de nuevo.
La flor crece en la grúa entre los arcos iris de un Otoño bajo hojas verdes y con el calor del amor más allá de una apariencia muerta.
Estaban hechos el uno para el otro, una, muerta en vida y otro, muerto sin vida.
¿Y que te digo de este poema?
Pues que me llega hasta arañar me el alma. El final del poema,
Muerta en vida y el otro muerto sin vida.
Es tan cierto como que la luna sale cada noche.
Besines😘😘😘😘😘