Si pudiera explicar
en un solo sonido
todo lo que embarga corazón
cuando está repleto de amor,
sería infinito.
Si con sólo un símbolo
pudiera narrar la paz
de un alma
comenzando a volar.
Miraría la alta montaña
y volvería a pasear
mis huellas
entre sus grietas.
En lugar de sies,
abriría el corazón
en cuatro gajos …
de emoción.
La amistad,
a distancia
y nunca se oculta
en espalda.
La familia
siempre está,
en la noche y en el día,
sin hora ni medida.
Vida y poesía, unidas,
orgasmo de emoción
que recorre con devoción.
Por último, amor,
siempre cercano,
da sin nada pedir.
Todo late fuerte
en el verde manto,
galopa con la creencia
del sueño que golpea.
¿Oyes el latido de la vida
olvidando precipicio,
despeinando conciencia
derramando verso
sobre mis venas?.
Son ellos no yo
quiénes empujan tinta,
y la dejan secar
en una vida más.
Son ellas las que están
en cada parte del corazón,
revolviendo aorta
que riega pulmón.
Son todo y efímero …
como el latido
de una canción.