Hoy he visto mentiras hablar,
con patas cortas se hacían llegar,
imágenes postuladas para ser
nombradas entre miles
nanosegundos.
Manos humillando
y he levantado mi voz,
le he preguntado si estaba bien
y sólo sumisión contestó.
Dame la puta llave, gritó.
Desnuda alma,
con incertidumbre en espalda,
palabra en boca, bajo lejanas
mariposas casi volando.
Hoy he deseado cubrir mis sábanas
con la piel del deseo entre cada
parcela del sentimiento,
así, con las voces del viento.
Escuchado latidos
de explosión del saber
en cada frío momento.
Papá Noel corría entre los coches
asustando huellas
que miraban
¿y su trineo?
en el tejado de la ilusión.
Aún continuo amando
tan anchamente,
que la tos de la felicidad
ha tomado mi voz.
Y el silencio se aparta
para sentir que al fin …
he llegado a casa,
despistada y con corazón
en una palma.