Ojos ciegos no ven,
corazones vacíos de sentido
pintan máscaras guerreras
sometidos a la palabra de su Dios.
Niegan existencia de mundo
creando piedras
reflejos de sectas,
jactando penuria
heridas acampadas.
Caminan con pasos doblados
para alcanzar supremacía,
intentando lo muerto
regresar de cenizas.
Inmortalidad caerá
entre hojas otoñales
sin poder salvarse
agonizando aliento.
Se quieren, es normal
mal habita amor,
son los egos
habitando corazón.
