Quieren que sea soldadito de plomo, asomo a ventana pequeño gorro, tobillos de mi alma se hacen pesados de escarcha.
Empujan tibio corazón hacia la guerra y no quiero ser ella, pero ya me han puesto el traje, pegado a mi piel se ciñe escaparate.
Cuerpos aplastados ante mí, ! no quiero ser ellos!, arma tiembla en manos y busca funda donde ocultar batalla, aparece cobardía, amor a la vida.
No quiero luchar.
Quiero vivir en paz.
Una y otra vez llegan las voces de la ira, acotan ventana gritando ¡ soldadito!, a correr entre sangre derramada, ¡ soldadito! mata hambre de tus entrañas, ¡ soldadito! muere entre las esperanza del ser.
¡Pobre soldadito!, ahora llevas mi traje, ¡ahí vas!, con mirada perdida y manos sudorosas, ceniza te espera, no te preocupes, te hago un sitio en mi espera, aquí en la tierra nadie te llama.